LA I.E. 4010 "RAFAEL Y EMILIO GOMEZ PAQUIYAURI" TRABAJANDO DESDE EL 2012 Y 2013 CON LA ESCUELA PARA ESTUDIANTES QUE ESTA DESTINADO PARA TRABAJAR CON LOS ALUMNOS LA PARTE EMOCIONAL, QUE SE QUIERAN COMO PERSONAS UNICAS PARA HACER FRENTE A LAS SITUACIONES DE RIESGOS QUE SE LES PRESENTE. SOMOS LOS INICIADORES DE ESTE HERMOSO PROYECTO. "EDUCAR LA MENTE SIN EDUCAR EL CORAZÓN, NO ES EDUCAR EN ABSOLUTO".
domingo, 10 de junio de 2012
sábado, 9 de junio de 2012
PRESENTACION
En estos tiempos tan difíciles y cambiantes de
realidades unas tras otras el incremento
de los problemas psicosociales aumentan cada día, algunas veces nos es difícil
poder enfrentarlo de manera individual sintiendo impotencia de no poder
alcanzar algunos cambios, sobretodo
cuando observamos a nuestros niños con baja autoestima, mala alimentación
que repercute en su bajo rendimiento académico y aquellos valores que le
hemos brindando en casa y escuela son inmediatamente contradichos en la calle y
sociedad.
En esta época
que vivimos, observamos en las
familias de nuestros estudiantes, rupturas matrimoniales, violencia familiar,
un nivel socioeconómico deficiente, y más aun la falta de apoyo e interés en la
formación de sus hijos. Dejándolos expuestos a cualquier peligros moral físico
y psicológico. Teniendo una comunidad en donde se observa problemas de
pandillaje y drogadicción.
A todo ello tenemos que agregar que los estilos de
Vida saludable no son las adecuadas, los modelos a quienes observan solo son
negativos; por lo que no saben contener o se les dificulta controlar sus
emociones; además por falta de información mas que todo de los padres de
familia sobre sexualidad a sus menores hijos(as) corren riesgo de asumir
responsabilidades a temprana edad de ser padres u recaer en Enfermedades de
Transmisión Sexual ETS, SIDA u Prostitución son problemas que queremos evitar.
Todo lo expuesto es preocupante porque estos
problemas están generando otros más que
involucran el aprendizaje del alumno, su motivación hacia los estudios , baja
estima, falta de modelos parentales, no
existe un clima de confianza, no hay practica de habilidades sociales,
presencia de antivalores, falta de control en sus impulsos.
Por ello nuestra institución Paquiyaurina hemos
visto por conveniente realizar este programa de prevención Escuela para
Estudiantes en donde se abordaran temas de actualidad como: Autoestima, Estilos
de Vida saludable, Control de Emociones y Sexualidad; esperando acotar en la
vida de cada uno de nuestros estudiantes y evitemos consecuencias negativas en
ellos mañana mas tarde.
OBJETIVOS
OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL:
Brindar a los estudiantes de manera adecuada informaciones, conocimientos
y habilidades necesarias sobre Autoestima, Estilos de Vida saludable,
Control de Emociones y Sexualidad para desarrollar en ellos una actitud crítica
y preventiva frente a los Riesgos Sociales.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- Desarrollar
en nuestros estudiantes las capacidades sociales básicas para una buena
convivencia mediante el aprecio, confianza y libertad para llegar al autoestima.
- Desarrollar en nuestros
estudiantes un estilo de vida saludable para evitar recaer en los riesgos
sociales y asumirlos adecuadamente para fortalecer su desarrollo de su
personalidad.
- Adquirir
un mejor conocimiento de las propias emociones para desarrollar en los
estudiantes, las habilidades necesarias para manejar con efectividad los
conflictos que se le presentan tanto en su vida personal, como también para
poder ofrecer orientación adecuada a las demás personas, a través de la
apropiada utilización de la inteligencia emocional y de la asertividad.
- Conocer
y desarrollar un sentido de educación sexual para evitar en nuestros
estudiantes recaer en las ETS, SIDA y prostitución.
.
DESCRIPCION DE LA PROBLEMATICA
En estos tiempos tan difíciles y cambiantes de
realidades unas tras otras el incremento
de los problemas psicosociales aumentan cada día, algunas veces nos es difícil
poder enfrentarlo de manera individual sintiendo impotencia de no poder
alcanzar algunos cambios, sobretodo
cuando observamos a nuestros niños con baja autoestima, mala alimentación
que repercute en su bajo rendimiento académico y aquellos valores que le
hemos brindando en casa y escuela son inmediatamente contradichos en la calle y
sociedad.
En esta época
que vivimos, observamos en las
familias de nuestros estudiantes, rupturas matrimoniales, violencia familiar,
un nivel socioeconómico deficiente, y más aun la falta de apoyo e interés en la
formación de sus hijos. Dejándolos expuestos a cualquier peligros moral físico
y psicológico. Teniendo una comunidad en donde se observa problemas de
pandillaje y drogadicción.
A todo ello tenemos que agregar que los estilos de
Vida saludable no son las adecuadas, los modelos a quienes observan solo son
negativos; por lo que no saben contener o se les dificulta controlar sus
emociones; además por falta de información mas que todo de los padres de
familia sobre sexualidad a sus menores hijos(as) corren riesgo de asumir
responsabilidades a temprana edad de ser padres u recaer en Enfermedades de
Transmisión Sexual ETS, SIDA u Prostitución son problemas que queremos evitar.
Todo lo expuesto es preocupante porque estos
problemas están generando otros más que
involucran el aprendizaje del alumno, su motivación hacia los estudios , baja
estima, falta de modelos parentales, no
existe un clima de confianza, no hay practica de habilidades sociales,
presencia de antivalores, falta de control en sus impulsos.
Por ello nuestra institución Paquiyaurina hemos
visto por conveniente realizar este programa de prevención Escuela para
Estudiantes en donde se abordaran temas de actualidad como: Autoestima, Estilos
de Vida saludable, Control de Emociones y Sexualidad; esperando acotar en la
vida de cada uno de nuestros estudiantes y evitemos consecuencias negativas en
ellos mañana mas tarde.
AUTOESTIMA
¿QUÉ ES EL AUTOESTIMA?
Puede definirse la autoestima como el sentimiento de aceptación y aprecio hacia uno mismo, que va unido al sentimiento de competencia y valía personal. El concepto que tenemos de nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de nuestro alrededor, mediante la valoración que hacemos de nuestro comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de los demás respecto a nosotros. La importancia de la autoestima radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y nos motiva para perseguir nuestros objetivos.
ALTA AUTOESTIMA:
Las personas con alta autoestima se caracterizan
por lo siguiente:
- Superan sus problemas o dificultades personales.
- Afianzan su personalidad.
- Favorecen su creatividad.
- Son más independientes.
- Tienen más facilidad a la hora de tener relaciones interpersonales.
Cuando tienes una autoestima alta, te sientes bien
contigo mismo; sientes que estás al mando de tu vida y eres flexible e
ingenioso; disfrutas con los desafíos que la vida te presenta; siempre estás
preparado para abordar la vida de frente; te sientes poderoso y creativo y sabes
como " hacer que sucedan cosas " en tu vida.
BAJA AUTOESTIMA:
Por el contrario, las personas con una baja
autoestima:
-
|
Falta de credibilidad en sí mismo, inseguridad.
|
-
|
Atribuir a causas internas las dificultades,
incrementando las justificaciones personales.
|
-
|
Desciende el rendimiento.
|
-
|
No se alcanzan las metas propuestas.
|
-
|
Falta de habilidades sociales adecuadas para
resolver situaciones conflictivas (personas sumisas o muy agresivas).
|
-
|
No se realizan críticas constructivas y positivas.
|
-
|
Sentimiento de culpabilidad.
|
-
|
Incremento de los temores y del rechazo social, y,
por lo tanto, inhibición para participar activamente en las situaciones.
|
¿CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA?
Es necesario conocer cómo funcionamos, es decir,
cuáles son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuáles son nuestras
limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos
mejorar y cuáles reforzaremos. El plan de acción para cambiar determinadas
características debe ser realista y alcanzable en el tiempo (por ejemplo, la
edad que tenemos es inamovible, la altura es otro factor poco variable a
determinadas edades, etc.). Es decir, tenemos características que tendremos que
aceptar y con las que convivir, intentando sacar partido y ver su aspecto
positivo.
Veamos quince claves para mejorar la
autoestima:
1.
|
No idealizar a los demás.
| ||||||||||||||
2.
|
Evaluar las cualidades y defectos.
| ||||||||||||||
3.
|
Cambiar lo que no guste.
| ||||||||||||||
4.
|
Controlar los pensamientos.
| ||||||||||||||
5.
|
No buscar la aprobación de los demás.
| ||||||||||||||
6.
|
Tomar las riendas de la propia vida.
| ||||||||||||||
7.
|
Afrontar los problemas sin demora.
| ||||||||||||||
8.
|
Aprender de los errores.
| ||||||||||||||
9.
|
Practicar nuevos comportamientos.
| ||||||||||||||
10.
|
No exigirse demasiado.
| ||||||||||||||
11.
|
Darse permisos.
| ||||||||||||||
12.
|
Aceptar el propio cuerpo.
| ||||||||||||||
13.
|
Cuidar la salud.
| ||||||||||||||
14.
|
Disfrutar del presente.
| ||||||||||||||
15. |
Ser independientes.
AUTOCONCEPTO (Una parte importante de la
autoestima)
¿Qué es el autoconcepto?. Es el concepto que
tenemos de nosotros mismos. ¿De qué depende?. En nuestro autoconcepto
intervienen varios componentes que están interrelacionados entre sí: la
variación de uno, afecta a los otros (por ejemplo, si pienso que soy torpe, me
siento mal, por tanto hago actividades negativas y no soluciono el problema).
Los factores que determinan el autoconcepto son
los siguientes:
AUTOESTIMA PRECISA
Ya sabemos que la autoestima es uno de los
factores más relevantes para el bienestar personal y una clave para
relacionarnos con el entorno de una forma satisfactoria.
Si nuestra tendencia es a sobrevalorar las
dificultades o defectos sin valorar las propias capacidades o posibilidades, la
suma global (la percepción de uno mismo) hace que nos sintamos insatisfechos. Si
esta forma de pensar está generalizada, nuestras actuaciones van a estar
sesgadas o actuaremos con temor y hay más posibilidades que los fallos se
repitan en el futuro.
También podemos tener un pensamiento distorsionado
en el sentido contrario, si lo que tenemos es un sentimiento exagerado de
autoestima, nos puede crear problemas, lo cual ocasionará que no podamos
resolver los problemas de forma adecuada.
Aceptación de límites y capacidades
En esta sociedad se nos pide que seamos perfectos,
¡Los mejores!; esto choca frontalmente con nuestra vivencia. Lo adecuado es en
sentir una parte de nosotros como maravillosa, aquella que se refiere a nuestras
capacidades. Somos buenos para unas cosas, tenemos cualidades que ponemos o no
en práctica, hemos conseguido cosas, etc.
La otra parte de nosotros alberga los límites. Si
a veces somos odiosos, nos enfadamos, somos débiles o miedosos, no sabemos qué
hacer, e incluso nos equivocamos. La parte de los límites es la que intentamos
esconder, la que nos avergüenza de nosotros mismos. Ponemos tanta atención en
nuestros defectos que no hacemos sino hacerlos más presentes y empeorar las
cosas, por no aceptarlos, cambiar o salir de ellos. Toda esta energía puesta en
los límites nos impide desarrollar las capacidades y superarnos.
Necesitamos aceptarnos como un todo, con límites y
capacidades. Querernos sin condiciones. Sólo así sentiremos el aumento de la
autoestima. Necesitamos estimar lo mejor de nosotros y lo menos bueno.
http://www.youtube.com/watch?v=BPrPVPWS2_4 |
ESTILOS DE VIDA SALUDABLE
Los estilos de vida son determinados por la
presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar,
por lo cual deben ser vistos como un proceso dinámico que no solo se compone de
acciones o comportamientos individuales, sino también de acciones de naturaleza
social.
En esta forma podemos elaborar un listado de
estilos de vida saludables o comportamientos saludables, que al asumirlos
responsablemente ayudan a prevenir desajustes biopsicosociales - espirituales y
mantener el bienestar para generar calidad de vida, satisfacción de necesidades
y desarrollo humano.
- Entre algunos de estos estilos de vida saludables
pueden mencionarse los siguientes:
- Tener sentido de vida, objetivos de vida y
plan de acción.
- Mantener la autoestima, el sentido de
pertenencia y la identidad.
- Mantener la autodecisión, la autogestión y el
deseo de aprender.
- Brindar afecto y mantener la integración
social y familiar.
- Tener satisfacción con la vida. Promover la
convivencia, solidaridad, tolerancia y negociación.
- Capacidad de autocuidado.
- Seguridad social en salud y control de
factores de riesgo como obesidad, vida sedentaria, tabaquismo,
alcoholismo, abuso de medicamentos, estrés, y algunas patologías como
hipertensión y diabetes.
- Ocupación de tiempo libre y disfrute del ocio.
Comunicación y participación a nivel familiar y social.
- Accesibilidad a programas de bienestar, salud,
educación, culturales, recreativos, entre otros.
- Seguridad económica.
A pesar de los conocimientos sobre estilos de vida
saludables, muchas personas continúan realizando conductas que los ponen en
riesgo.
La estrategia para desarrollar estos estilos de
vida saludables es en un solo término el compromiso individual y social,
asumiendo que sólo así se satisfacen necesidades fundamentales, se mejora la
calidad de vida y se alcanza el desarrollo humano en términos de la dignidad de
la persona.
Existe un componente clave si es que queremos
promover estilos de vida saludables, que es: La prevención.
LA ESCUELA: IMPORTANCIA DE PROMOVER
ESTILOS DE VIDA
SALUDABLE DESDE EL CENTRO EDUCATIVO
La Escuela: ¿Por qué la Escuela?
La promoción de la salud en el ámbito escolar es
una prioridad impostergable. Asegurar el derecho a la salud y la educación de
la infancia es responsabilidad de todos y es la inversión que cada sociedad
debe hacer para generar a través de la capacidad creadora y productiva de los jóvenes,
un futuro social y humano sostenible.
La implementación de una iniciativa amplia de
promoción de salud en el ámbito escolar nos capacitará a detectar y ofrecer
asistencia a niños y jóvenes en forma oportuna, evitando que siga incrementándose
el número de jóvenes y adolescentes que adoptan conductas de riesgo para la
salud tales como el hábito de fumar, el consumo de bebidas alcohólicas, el
abuso de substancias adictivas, las enfermedades de
transmisión sexual y el embarazo precoz. Fenómenos tales como la explotación
del trabajo infantil (a la que quedan expuestos centenares de niños y niñas al abandonar
la escuela) o la violencia que se observa crecientemente en tantas ciudades de
nuestro país, pueden ser prevenidas con acciones generadas desde las escuelas,
condiciones para la convivencia, la nodiscriminación, la promoción de relaciones
armónicas entre los géneros y la resolución de conflictos a través del diálogo,
la comunicación y la negociación.
La promoción de la salud en y desde el ámbito
escolar parte de una visión integral, multidisciplinaria del ser humano,
considerando a las personas en su contexto familiar, comunitario y social;
desarrolla conocimientos, habilidades y destrezas para el autocuidado de la
salud y la prevención de conductas de riesgo en todas las oportunidades
educativas; fomenta un análisis crítico y reflexivo sobre los valores,
conductas, condiciones sociales y estilos de vida, y busca desarrollar y
fortalecer aquellos que favorecen la salud y el desarrollo humano; facilita la
participación de todos los integrantes de la comunidad educativa en la toma de
decisiones, contribuye a promover relaciones socialmente igualitarias entre los
géneros, alienta la construcción de ciudadanía y democracia; y refuerza la solidaridad,
el espíritu de comunidad y los derechos humanos.
ESTRATEGIAS PARA LA PROMOCIÓN DE
ENTORNOS SALUDABLES Y
ESTILOS DE VIDA SALUDABLES
Una escuela promotora de estilos de vida saludable
es un centro donde la comunidad educativa desarrolla conocimientos,
habilidades, destrezas y responsabilidades en el cuidado de la salud personal,
familiar y comunitaria y para ello es necesario:
- Crear
condiciones para el desarrollo integral de los alumnos y comunidad educativa con trabajo
participativo.
- Generar
conductas para el desarrollo integral de los alumnos y comunidad
educativa.
- Estimular
la integración transversal de los contenidos de salud en el currículo
fortaleciendo el crecimiento y desarrollo personal.
- Estimular
la participación y uso de recursos comunitarios para promover la salud.
- Incentivar
en delegados y alumnos la creación de conductas alimentarias favorables a
la salud.
- Incentivar
la actividad recreativa y deportiva en la comunidad educativa, con
programas y recursos especiales, que involucre a alumnos, profesores,
administrativos, padres y apoderados.
- Ampliar
horas para educación física, deportes y otras actividades de expresión
corporal creativa, potenciando la integración transversal de contenidos de
salud en la currícula.
- Estimular
la implementación de proyectos de formación para el deporte y competencias
deportivas.
- Educar
sobre tabaquismo a la comunidad educativa (alumnos, profesores,
administrativos, padres y apoderados), como parte de un programa de
educación de carácter integral y con una visión positiva de la salud y
bienestar.
- Invertir
en proyectos y actividades comunitarias de protección, rehabilitación y mejoramiento del medio
ambiente (físico, social y cultural).
- Incentivar
la generación de actividades creativas e innovadoras que contribuyan a
crear una cultura ambiental.
- Crear
programas que permitan el desarrollo de factores protectores que favorecen
el desarrollo del niño. (La autoimagen positiva, autoestima, autonomía
frente al grupo, buena tolerancia a la frustración, asertividad y buena
comunicación).
- Desarrollar
programas para las familias (escuelas de padres) que permitan en el hogar
la presencia de normas y límites claros dentro de un clima afectivo
favorable, reconocimiento de logros y cualidades, estructuras permeables y
dinámicas entregando autonomía y apoyo a sus miembros.
- Poseer
un clima motor de integración y participación que genere en los alumnos
sensación de ser aceptados y valorados en sus diferencias individuales.
VALORANDO LAS HABILIDADES SOCIALES Y
LAS POSIBILIDADES
DE DESARROLLO DE NUESTROS ALUMNOS
Si lo que buscamos es que los alumnos empiecen a
valorarse gracias al conocimiento de sus habilidades, lo primero que tenemos
que hacer es tener claro qué es una habilidad social.
Existen muchas definiciones para explicar el concepto
de habilidades sociales, sin embargo, todas ellas contienen el siguiente común denominador:
"Las habilidades sociales son un conjunto de comportamientos
eficaces en las relaciones interpersonales". 1
Tenemos que tener en cuenta que estas conductas son
APRENDIDAS inicialmente en el hogar y luego en la escuela; facilitan la
relación con los otros y la reivindicación de los propios derechos sin negar
los derechos de los demás. El poseer estas capacidades evita la ansiedad en
situaciones difíciles o novedosas. Además facilitan la comunicación emocional y
la resolución de problemas.
¿Qué pasa cuando no se cuenta con ellas?
Cosas tan simples como "cortarse al hablar",
no saber pedir un favor, que nos cueste ir solos a realizar actividades sencillas,
no poder comunicar lo que sentimos, no saber resolver situaciones con los
amigos, o con la familia, el no lograr hacer amistades, entre otras cosas.
Todas estas dificultades se presentan debido a la
carencia de habilidades sociales, y podríamos añadir muchas otras,
especialmente todas aquellas que tengan que ver con las relaciones difíciles
con los otros.
Bajo estas circunstancias, las personas están mucho
más vulnerables a asumir comportamientos que las pongan en una situación de
riesgo, especialmente si se trata de personas que están en un proceso de ser formadas.
Para evitar esta eventualidad es que como maestros debemos promover a tiempo en
nuestros alumnos este importante aprendizaje.
¿Cuáles son algunas de las habilidades sociales
necesarias en cada situación?
Existen unas habilidades sociales básicas y otras
más complejas. Sin las primeras no podemos aprender y desarrollar las segundas.
Cada situación requerirá mostrar unas habilidades u otras, dependiendo de las características
de la situación y de la dificultad de la misma. Éstas son:
Primeras habilidades sociales
1. Escuchar.
2. Iniciar una conversación.
3. Mantener una conversación.
4. Formular una pregunta.
5. Dar las gracias.
6. Presentarse.
7. Presentar a otras personas.
8. Hacer un cumplido.
Habilidades sociales avanzadas
1. Pedir ayuda.
2. Participar.
3. Dar instrucciones.
4. Seguir instrucciones.
5. Disculparse.
6. Convencer a los demás.
Habilidades relacionadas con los sentimientos
1. Conocer los propios sentimientos.
2. Expresar los sentimientos.
3. Comprender los sentimientos de los demás.
4. Enfrentarse con el enfado del otro.
5. Expresar afecto.
6. Resolver el miedo.
7. Auto-recompensarse.
Habilidades alternativas a la agresión
1. Pedir permiso.
2. Compartir algo.
3. Ayudar a los demás.
4. Negociar.
5. Emplear el autocontrol.
6. Defender los propios derechos.
7. Responder a las bromas.
8. Evitar los problemas con los demás.
9. No entrar en peleas.
Habilidades para hacer frente al estrés
1. Formular una queja.
2. Responder a una queja.
3. Demostrar deportividad después del juego.
4. Resolver la vergüenza.
5. Arreglárselas cuando le dejan de lado.
6. Defender a un amigo.
7. Responder a la persuasión.
8. Responder al fracaso.
9. Enfrentarse a los mensajes contradictorios.
10. Responder a una acusación.
11. Prepararse para una conversación difícil.
12. Hacer frente a las presiones de grupo.
Habilidades de planificación
1. Tomar iniciativas.
2. Discernir sobre la causa de un problema.
3. Establecer un objetivo.
4. Recoger información.
5. Resolver los problemas según su importancia.
6. Tomar una decisión.
7. Concentrarse en una tarea.
¿Por qué es importante desarrollar las habilidades
sociales?
Porque si una persona cuenta con ellas podrá
fácilmente utilizarlas en su actividad personal y profesional diaria. El poder
enseñar y lograr que nuestros alumnos desarrollen estas habilidades es
fundamental para que consigan óptimas relaciones con los otros, ya sean de
carácter social, familiar, laboral, etc.
Por otro lado, si nosotros como maestros las hemos
aprendido y hacemos uso de ellas seremos más sensibles a las necesidades de los
alumnos y tendremos mejores instrumentos para "modelar" su conducta.
Modelar, es guiar la conducta y el pensamiento del otro con el comportamiento y
con una actitud personal al cambio, lo cual significa que podremos facilitar el
cambio en ellos.
Gracias al tipo de actividad que realiza día a día
un maestro, lograr el cambio en los alumnos es algo que se presenta muy a
menudo como una necesidad urgente. Por ello es de gran ayuda enseñarles a
valorar las posibilidades de desarrollo con las que cuentan.
¿Cómo ayudar a nuestros alumnos a valorar sus
posibilidades de desarrollo?
Una forma de ayudar a nuestros alumnos a valorar
sus posibilidades de desarrollo es ayudarlos a establecer y mantener actitudes
positivas. Los chicos que se ven envueltos en patrones de conducta de
auto-destrucción frecuentemente también se ven envueltos en actitudes de
autodestrucción hacia si mismos.
Una actitud es la
disposición general que tenemos hacia una persona, una cosa o un lugar. La
actitud más importante es aquella que tenemos hacia nosotros mismos.
Hablarnos a nosotros mismos
Una buena manera de medir nuestra actitud hacia
nosotros mismos es escuchar cómo nos hablamos a nosotros mismos. Los chicos que
se ven envueltos en conductas de auto-destrucción por lo general tienen expresiones
como:
- Soy
demasiado tonto
- Soy
muy feo
- Soy
muy lento
- Nadie
me quiere
- Nada
importa
Estos patrones negativos de auto definirse
refuerzan las conductas de auto-destrucción ya que proporcionan una excusa o
racionalizan el hacerlo. Y naturalmente mantienen a la persona atrapada en un
ciclo que sin saberlo la está dañando.
Ejercitemos una manera de hablarnos positiva y
alentadora...
La clave del éxito para lograr una actitud de auto
apreciarse está en establecer una actitud que refleje seguridad, amplitud, y
deseo de tratar.
Una buena manera para ayudar a los alumnos a
desarrollar este punto es ejercitar con ellos afirmaciones como:
- Soy
una buena persona
- Soy
una persona capaz de ser querida
- Soy
una gran trabajadora
- Yo
hago cosas buenas
- Puedo
hacer casi todo aquello que me propongo
- Me
gusta la gente
- Estoy
creciendo
La manera en que nos hablamos a nosotros mismos se
refleja en la manera en que nos proyectamos hacia los demás:
Si aprendemos a hablarnos a nosotros mismos en un
tono seguro, paciente, y de soporte empezaremos a proyectar eso en los demás.
El aprender a usar estas afirmaciones nos ayuda a
proyectar una imagen de seguridad y fuerza. Esta imagen es el inicio de
establecer una imagen positiva.
Plan de Acción
El siguiente paso es ayudar a los alumnos a
establecer un plan de acción.
Un plan de acción no es nada más que una serie de
pasos dables a seguir para lograr una meta. Estos pasos a la vez retribuyen a
los niños durante el camino con pequeños logros y ganancias.
El aprender cómo establecer un plan de acción es
una habilidad que va a canalizar sus actividades en una dirección que va
creando retribuciones a largo plazo pero que también va a brindar reconocimientos
a corto plazo.
Al obtener estos pequeños logros los alumnos
también estarán contribuyendo con una auto estima positiva ya que generan
sentimientos positivos que a su vez refuerzan opciones positivas.
Felicítate a ti mismo...
Éste es el último paso y quizás el más importante.
Nuestra cultura tiene un gran tabú acerca de ser un presumido, y muchas veces
esto nos mantiene lejos de reconocer nuestros logros.
Nuestros alumnos deben aprender a decirse “bien
hecho”, “di todo lo que pude”, “realmente me merezco este premio o
reconocimiento”; esto es importante si esperamos poder enseñarles a mantener
una actitud positiva, que sientan y valoren sus logros y esfuerzos.
Al enseñarles a brindarse el crédito que se
merecen, no sólo estamos construyendo su auto-concepto; estamos incentivándolos
a que se esfuercen y luchen por conseguir resultados sólidos, aunque nadie más esté
interesado en evaluar su desempeño. Una realidad en la vida de los adultos es
que la mayoría de nuestras victorias pasan desapercibidas. Al enseñar a los
alumnos a reconocerse ellos mismos les estamos enseñando a ser menos
dependientes de los demás.
RECONOCER CONDUCTAS DE RIESGO
¿Qué es una conducta de riesgo?
“El concepto de riesgo en el período juvenil se ha
destacado por la posibilidad de que las conductas o situaciones específicas
conduzcan a daños en el desarrollo que pueden afectar tanto el conjunto de sus potencialidades
como deteriorar su bienestar y salud. Actualmente, el enfoque de la atención a
la salud juvenil, procura desde una perspectiva más integral y articulada reducir
los factores de riesgo, incrementar los factores de protección y brindar
oportunidades de reconstrucción y avance de la situación. La
conceptualización de la salud se refiere por lo tanto a una meta, a un proceso,
no a un estado, particularmente en personas que se encuentran en un crítico
período de crecimiento y no atravesando una mera transición de la niñez a la
adultez”. (Weinstein, 1992).
Las conductas riesgosas en el período juvenil
“En el período juvenil los cambios biológicos,
sociales y psicológicos replantean la definición personal y social del ser
humano a través de una segunda individuación que moviliza procesos de
exploración, diferenciación del medio familiar, búsqueda de pertenencia y sentido
de vida, los que conllevan ansiedad transicional y vulnerabilidades específicas”
(Bloss, 1981; Ausubel, 1954; Erikson, 1974).
El contexto de la modernidad
La modernización ha traído una débil y
frecuentemente contradictoria estructuración de la programación ofrecida a este
período de crecimiento.
En este contexto, lo cotidiano se constituye en un
reto y a la vez en una incertidumbre en medio de la cual los y las jóvenes
elaboran su identidad.
Nuestra sociedad, a diferencia de las sociedades
primitivas, no es clara para plantear requisitos públicos que incorporen a los
jóvenes ritualmente como un miembro de reconocido valor.
Larson (1988) señala que "Si buscamos un
equivalente del rito de pasaje adolescente en nuestra sociedad podemos ver que,
en el presente, los desafíos esforzados que se designan para servir como
demostración decisiva en los roles prestigiosos de nuestra sociedad,
probablemente no sean tanto el vigor físico como la propia independencia
personal y la
capacidad para pensar y trabajar. Los proyectos
académicos, las disertaciones y tesis se acercan más a esta descripción".
Evidentemente tal opción sólo es accesible a un
número reducido de jóvenes, y, que aún para ellos, estos ritos valoran sólo la
esfera intelectual y no consideran los aspectos socio-afectivos ni físicos.
Es posible que los comportamientos de riesgo como
fumar, manejar carros audazmente, beber, sean equivalentes de ritos de pasaje,
generados en la propia subcultura juvenil cuando no encuentran oportunidades de
probar su pasaje a la adultez mediante la prueba de sus nacientes destrezas
ante una sociedad que los acoja.
La identidad
La construcción de la identidad puede resolverse
mediante el reconocimiento de características personales y la exploración de
nuevas posibilidades desde la perspectiva de un compromiso futuro personal y de
su sociedad. Cuando la conducta de riesgo aparece en esta dirección, puede ser
parte del encuentro con la potencialidad y la experiencia enriquecedora. Es
cada vez más evidente en los estudios actuales que ciertas conductas, aún
cuando involucren riesgos, también pueden derivar en lo contrario,
constituyéndose en una fuente de aprendizaje y en una suerte de antídoto frente
a eventuales daños.
Cuando las bases del desarrollo de la identidad son
deficitarias, la afirmación adolescente se establece carente de un compromiso estructurante,
que busque evitar los peligros para poder preservar los logros presentes y
futuros. En cambio, se incrementan las conductas riesgosas que buscan la
satisfacción inmediata o la autoafirmación a través de acciones efímeras que
dan sensaciones de logro y reconocimiento.
Las opciones
La satisfacción o la insatisfacción con el
rendimiento personal tienen implicaciones en el equilibrio personal (auto-imagen),
la inserción social (valoración social) y el desarrollo de capacidades para
responder al presente y planificar el futuro. La ausencia de solución a estos
problemas afecta la salud y el bienestar de los jóvenes, conducen a un
incremento de
los comportamientos de riesgo, y contribuye a una
reducción de sus oportunidades de inserción social satisfactoria. En estas
condiciones la juventud se hace vulnerable a la obtención de gratificaciones a
través de conductas indiscriminadas -de corto alcance, inmediatas y accesibles
- para afirmar su autoestima, buscar sensaciones de éxito en el riesgo mismo,
encontrar acompañamiento emocional en actividades peligrosas que no prevén
consecuencias, o anestesiarse (drogas, actividades masivas, juegos que los
aíslan de la realidad) para no sentir la frustración aplastante; todo lo cual
conduce al daño.
La apertura de oportunidades amplía los campos de
experiencia, permite al adolescente contar con credenciales para una inserción
exitosa y ofrece metas ante las cuales hay motivación para posponer
pseudo-soluciones inmediatistas riesgosas. La reducción de las reacciones
negativas en cadena impide repetir las respuestas inadaptadas y no facilita las
actitudes negativas de otras personas.
Si la situación en que se encuentran no brinda tal
perspectiva, los adolescentes revierten hacia sí mismos la insatisfacción o
desahogan su enojo contra el medio, lo que les provee la sensación de poder. Su
vulnerabilidad ha aumentado y consiguientemente se incrementa reactivamente la
predisposición a evadir la frustración mediante la satisfacción riesgosa y
efímera de sus necesidades de autoestima y pertenencia.
DOS HABILIDADES CLAVES PARA ENFRENTAR CONDUCTAS DE RIESGOS
a) Aprender a tomar decisiones
b) Aprender a decir NO
LA TOMA DE DECISIONES
Siempre hay que tener en cuenta que cada persona
afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su
experiencia y su historia de reforzamiento.
El proceso de toma de decisiones sería encontrar
una conducta adecuada para una situación en la que hay una serie de sucesos
inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el
proceso.
Hay que elegir los elementos que son relevantes y
obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez
determinada cuál es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar
acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar la situación final y evaluar
los resultados teniendo en cuenta la incertidumbre de cada resultado y su valor.
Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las
acciones alternativas. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la
situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción.
La orientación al problema
Dentro del proceso de toma de decisiones, hay que
tomar en cuenta la forma en que evaluamos el problema que tenemos que resolver,
y ésta forma puede ser positiva o negativa.
Si vemos el problema como algo positivo, esto puede
dar lugar a:
1. Ver los problemas como retos.
2. Ser optimista en el sentido de que los problemas
tienen solución.
3. Percibir que se tiene una fuerte capacidad para
enfrentar los problemas.
4. Estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en
su solución.
Si vemos el problema como algo negativo, esto
implicaría ver los problemas como amenazas:
1. Creer que son insolubles.
2. Dudar de la propia habilidad para solucionarlos.
3. Frustrarse y estresarse cuando se encuentre
frente a un problema.
Es importante recalcar que una orientación positiva
al problema induce al sujeto a enfrentarse a él, mientras que la orientación
negativa lo prepara para evitarlo.
Modelo de resolución de problemas o toma de
decisiones
La toma de decisiones es la asociación de un curso
de acción o plan con una situación determinada. El modelo que se presenta de
toma de decisiones tiene los siguientes pasos:
1. Realizar un modelo de la situación actual o una
definición del problema. Problema se define
como “una situación real o anticipada en la vida que requiere respuestas
por parte del sujeto para un funcionamiento adaptado, pero que no están
disponibles o no son identificables por él, debido a la existencia de
barreras u obstáculos” (Nezu, 2004).
Las demandas de la situación pueden venir del
exterior; pero también de los objetivos y valores del individuo. Las barreras
más comunes para alcanzar los objetivos son: ambigüedad, incertidumbre,
demandas en conflicto, falta de recursos, o novedad. En esta fase tendríamos
que incluir la definición de los objetivos que el individuo quiere alcanzar.
Cuando se va a resolver un problema es necesario
analizarlo y dilucidar cuáles son los procesos y aspectos relevantes que están
influyendo en la aparición y mantenimiento del problema o que hace amenazante
la situación. El análisis de las situaciones es un análisis causal, intentando determinar
las influencias de unos factores en otros, en el momento actual y en la posible
evolución.
1. Generar conductas alternativas posibles dentro del modelo de la realidad que se ha creado.
Es una fase que depende de la creatividad del individuo. Se trata de imaginar
las alternativas posibles. La crítica y autocrítica juegan un papel que compromete
de forma importante la efectividad de este paso. Es preciso suprimir ambas en
una primera fase para poder considerar las soluciones sin una censura previa.
Se hace siguiendo las reglas del brainstorming o lluvia de ideas, en el que no
se realizan críticas ni evaluaciones de las ideas propuestas; cualquier
propuesta es aprovechada, completada o variada para generar nuevas soluciones.
Las personas con ansiedad social son muy vulnerables a las críticas e inhiben
su creatividad por el miedo a equivocarse y ser rechazados socialmente. Este
aspecto puede dejar a la persona anclada y sin salida en este paso. Hay que
recordar que entre las instrucciones que se dan en los ejercicios creativos
como el brainstorming o lluvia de ideas, destaca la de actuar con una ausencia total
de crítica para generar alternativas que serán evaluadas en otra fase. Dando
este paso es importante tener la mente abierta y la conciencia plena para poder
salir de los comportamientos establecidos y automáticos y comportarnos de
acuerdo con nuestros valores.
3. Extrapolar los resultados asociados a cada
conducta generada, con el objeto de prever los resultados
de ponerlas en práctica con los cambios que se producirán en la
situación. Es una parte de la resolución de problemas que está muy
sujeta a la incertidumbre,
porque el resultado de nuestras acciones no depende
solo de lo que hagamos, sino que son fundamentales las reacciones de los demás
que están involucrados en la situación. Saber predecir los resultados de un plan
que se ha elaborado es difícil y la incertidumbre juega de nuevo un papel
fundamental. Esta fase puede ser una fuente inagotable de sucesos preocupantes,
sobre todo si se quiere evitar la incertidumbre que supone la ignorancia de
cómo va a reaccionar el otro a nuestra actuación. Si queremos asegurarnos de
que la conducta del otro no va a ser la que tememos, nos podemos encontrar
cogidos en la trampa de la preocupación previendo numerosos sucesos “¿Y
si...?”.
4. Extraer las consecuencias de cada resultado, es decir, valorar la situación generada de
acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar. Para ello se valoran la
probabilidad de que un resultado, es decir, su incertidumbre junto con los
beneficios o perjuicios que pueden
conllevar que ocurra, es decir, las consecuencias
de cada resultado.
Esta evaluación se realiza a veces de forma
consciente y pensada poniendo en una balanza cada aspecto del resultado. Pero
muy frecuentemente se evalúa de forma general tomando solamente el sentimiento
o la sensación que incluye la impresión global que nos evoca la situación
prevista. Esta evaluación puede hacerse de forma automática, es decir, sin un
pensamiento consciente, guiándonos solamente por las sensaciones que nos ha
producido. En este paso se incluye valorar la incertidumbre de los sucesos.
5. Elegir la acción que se va a llevar a cabo entre las que pueden producir el resultado que se
busca. Una consecuencia inmediata de la evaluación de los resultados es la
elección de la conducta más adecuada para resolver el problema. Pero a veces se
llega sin duda a cual debe ser la actuación, como fruto de la valoración de las
consecuencias; pero, una vez identificada, puede haber problemas para llevarla
a la práctica. “Eso es lo que tendría que hacer; pero...”
6. Controlar el proceso cuando se lleva a cabo la
acción. Cuando realizamos una acción entramos
en el proceso de control de lo que hacemos, en el que vamos monitorizando si el
resultado actual va en el camino que esperamos o no. Si no marcha en dirección
al objetivo,
generamos nuevos caminos o cambiamos los planes en
un proceso de toma de decisiones parecido. La preocupación es una acción que va
dirigida a tomar una decisión, por eso el proceso se puede monitorizar y
controlar como la de cualquier acción que persiga un objetivo.
7. Evaluar los resultados obtenidos, es el momento de repasar lo que se ha realizado con
objeto de aprender para el futuro. Una revisión rápida del proceso que se ha
llevado y de las conductas de los demás nos ayuda para mejorar nuestra toma de
decisiones. La evaluación se ha de hacer basándose en los hechos acaecidos y en
los resultados reales y medibles obtenidos. Si se quieren evaluar las
reacciones implícitas y los sentimientos de los otros se puede caer en la preocupación
inútil y destructiva. Así, se pueden realizar revisiones sin fin cuando se
consideran las posibles reacciones negativas no explícitas que han podido tomar
los otros. “¿Qué habrán pensado?”, “¿Habré quedado bien realmente?”… Revisando
la propia actuación se pueden tomar en consideración nuevas acciones alternativas
que no se habían pensado previamente: “¿Si hubiera dicho esto en lugar de lo
que dije…?”. Es más fácil sabiendo cómo han reaccionado los otros, ajustar la
actuación para obtener el resultado buscado, pero eso solamente se puede hacer
en el momento en que ocurre y se tiene que tener la mente abierta y preparada
para reaccionar o aceptar nuestras limitaciones y crear una nueva oportunidad
para obtener los resultados apetecidos. La revisión de los resultados es un
proceso que pretende conseguir mejorar la actuación siguiente, pero, si no se
mantiene dentro de unos límites, lo único que se logra es continuar la preocupación
después de acabada la acción.
A veces se considera la toma de decisiones como la
parte que se realiza desde que se tienen las conductas alternativas generadas
hasta que se realizan la elección de la acción a llevar a cabo. Pero otras
veces se considera que todo el proceso está incluido en la toma de decisiones.
Para terminar, podemos decir que la toma de
decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para resolver una
situación problemática, en la que, además, hay una serie de sucesos inciertos.
Una vez que se ha detectado una amenaza, real,
imaginaria, probable o no, y se ha decidido hacer un plan para enfrentarse a
ella, hay que analizar la situación: hay que determinar los elementos que son relevantes
y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que
tenemos de influir en ellos. Este paso puede dar lugar a problemas, cuando se
tienen en cuenta aspectos irrelevantes y se ignoran elementos fundamentales del
problema. Una vez determinada cuál es la situación problemática y analizada en profundidad,
para tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones alternativas,
extrapolarlas para imaginar el resultado final y evaluar este teniendo tomando
en cuenta la incertidumbre de cada suceso que lo compone y el valor que
subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así se obtiene
una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas
que se han definido y que puede servir para elegir la conducta más idónea como
el curso de acción que va a solucionar la amenaza.
Descrito así, el modelo de toma de decisiones puede
aplicarse a cualquier situación en la que hagamos un plan para afrontarla y no solamente
a las situaciones amenazantes o problemáticas. La preocupación es la conducta
de preparar el curso de acción y puede estar asociada a situaciones que nos
causan ansiedad, a cualquier problema que queramos resolver o cualquier acción
creativa que queramos desarrollar de forma controlada.
CÓMO DECIR NO
Es difícil mantener nuestro punto de vista y no
dejarse influir por el grupo. Pero sí se puede, si es que tomamos la firme
convicción de no dejarnos influenciar y aquí explicamos algunas técnicas.
La presión del grupo, un amigo que influye
demasiado en él, guardar las apariencias, poca confianza en sí mismo... Todas
ellas son razones que, en ocasiones, pueden llevar a las personas a hacer lo
que no quieren... porque "todos lo hacen". Y no sólo el grupo de
amigos influyen, la televisión y la manipulación de ciertos medios informativos
también lo hacen. Existen numerosos elementos en la sociedad actual que buscan una
determinada respuesta del adolescente. Por eso, educarlo en el mundo de las
habilidades sociales es más urgente que nunca: ha de ser capaz de decir NO a lo
que no le conviene, a lo que no quiere. No se trata de proclamar el NO sin más,
automático y sin sentido; cualquier persona, y más un adolescente, ha de
aprender a ser coherente con lo que piensa, sabiendo defenderse cuando la
presión del grupo o de alguien lo acorrala.
El grupo de amigos
Tomar decisiones sin verse presionado es casi
imposible. Dejarse influir es también un arte que hay que aprender. Nuestros
alumnos se relacionarán, tarde o temprano con gente de muy distinto tipo.
Durante estos años difíciles de la adolescencia recibirá numerosos estímulos
para participar, probar, hacer, protestar... Y, a la vez, no puede dejar de ser
él mismo. Saber combinar ambas actitudes es la primera de las habilidades
sociales.
Por eso, a veces, hay que saber
"enfrentarse" a los demás, para poder decir SI o NO libremente; tener
la cabeza fría para hacer lo que realmente se quiere hacer. Lo difícil para un adolescente
radica en conseguir mantener sus puntos de vista, sus opiniones... sin perder
los amigos, sin perder el aprecio de los demás, sin echar por la borda su
influencia en el grupo y sin alterar radicalmente las propias convicciones. No
es tan fácil, ¿verdad?
Soy como soy
Pongamos un ejemplo. Cuando un compañero le pide a
otro los esquemas que tanto ha tardado en elaborar, su primera reacción, casi
automática (al igual que nosotros haríamos) consistirá en inventar una excusa:
"Lo siento, no los he traído".
Parece como si nos viéramos obligados a mentir para
zafarnos del inoportuno o para no herir los sentimientos del otro. Y, al mismo
tiempo, nos damos cuenta de que no está demasiado bien obrar así.
El primer principio de las relaciones sociales ha
de ser el del respeto mutuo: cada uno tiene el derecho a ser como quiera, sin
tener que dar excusas ni explicaciones a nadie de lo que pensamos, de lo que
hacemos, de si cambiamos de opinión (ayer dije que iba, pero hoy no)...
Especialmente, cuantos menos grados de intimidad
nos unan a la gente con la que tratamos.
Con los buenos amigos, resultaría raro cerrarnos
sin más explicaciones. Pero si son buenos amigos, nunca intentarán influirnos o
presionarnos.
Hemos de enseñar al adolescente que está en su
pleno derecho para no dar razones que justifiquen su comportamiento ante los
demás: "No quiero beber esa segunda (o tercera, cuarta) cerveza, y no
tengo que explicar si es porque nunca bebo, porque no me dejan, porque no me atrevo...
Simplemente, no quiero".
Seguridad en sí mismo
Las habilidades sociales y las técnicas para
resolver conflictos sin perder los amigos tienen una finalidad clara: ayudar a
nuestros adolescentes a sentirse seguros de sí mismos y a relacionarse con los
demás llenos de confianza. Son como unas herramientas para vivir en sociedad.
Sin embargo, lo importante es que sepan lo que
quieren, que vivan con coherencia, que tengan ciertas convicciones que le
hayamos intentado enseñar. Ese es el bagaje valioso. Podemos enseñarles a
conducir... pero ha de tener primero un auto para que le sirva.
TÉCNICAS PARA PROMOVER HABILIDADES
SOCIALES
Algunas destrezas que debemos enseñar
- Aprender
a resolver conflictos, sin cortar con el otro y echarlo todo por la borda.
Es importante reconocer que nada es blanco o negro. Es clave saber llegar
a acuerdos y compromisos, aun cuando no está en juego algo básico.
- No
hacer de las fricciones, algo personal. Todo ello tiene que ver con la
paciencia, con la flexibilidad, con la tranquilidad.
- Saber
tomar decisiones, aun a riesgo de que no gusten a todos. Atreverse a decir
SI o NO, con firmeza, cuando no quede más remedio.
- Saber
mantenerse en una postura, aunque intenten influirnos. Aprender a ser
persistentes.
- Atreverse
a preguntar por qué, sin ser pesado, pero obteniendo respuestas e
información de lo que no se sabe.
- Aprender
a no dejar de lado nuestros derechos ni dejar pasar las situaciones para
reclamar lo que sea necesario. Hablar en vez de callar. Nunca criticar por
lo bajo sino abiertamente.
- Saber
convivir y relacionarse, aunque nos molesten ciertos comportamientos.
Nadie es perfecto del todo.
- Saber
cómo establecer con rapidez una conversación.
Para promover estas
destrezas puede ser conveniente enseñar a utilizar ciertas técnicas de
comunicación social: disco rayado, compromiso viable banco de niebla.
Disco rayado
Consiste en repetir, una y otra vez, lo que queremos...
pero sin enojarnos, sin irritarnos y sin levantar la voz. Los problemas con los
demás suelen llegar muchas veces a causa de que, o dejamos aflorar nuestras
pasiones, o bien, cedemos para no molestar al otro.
Sin embargo, en ningún lugar está escrito que haya
que hacer una tragedia de un "tira y afloja" con los amigos. Se
utiliza esta técnica cuando se ponga en juego alguna cuestión que consideremos
esencial. Si, por ejemplo, un alumno está entre amigos que quieren poner dinero
para comprar "bebidas alcohólicas" y emborracharse esa tarde, simplemente
hay que enseñarle a mantener su postura, sin tener que dar justificaciones y
sin desviarse ante sus críticas:
- Yo NO
quiero poner dinero para eso...
- Lo que
ocurre es que tienes miedo.
- Puede
ser, pero NO quiero poner dinero.
- Todos
vamos a ponerlo.
- Quizá,
pero NO quiero poner dinero.
- Si NO
pones dinero no vamos a poder comprarlo.
- Bueno,
pero NO quiero poner dinero.
Aquí es importante señalar que los demás tienen
sólo unas pocas razones. Si son tres, al adolescente le bastarán cuatro NOES;
si tienen seis, tendrá que dar siete.
El mantener una postura coherente, elevará la
imagen que los amigos tienen de él. Además, con esta técnica ayudamos a centrar
la cuestión en sus términos y no nos dejamos vencer por sentimientos de
culpabilidad, por apelaciones a nuestra fortaleza, etc. Seguir el juego de los argumentos
personales lleva, casi indefectiblemente, a la discusión.
Compromisos viables
Esta técnica funciona siempre que no estén en juego
convicciones fundamentales. Da excelentes resultados ofrecer a nuestro
interlocutor un compromiso viable. Siempre cabe llegar a un acuerdo con los
demás.
Consiste en decir lo que queremos hasta que la otra
persona acceda a nuestra petición, o acepte un compromiso. Hay que ser
persistente y obtener fruto de esta persistencia.
En el ejemplo anterior, un buen compromiso sería:
- Yo NO
quiero poner dinero.
- Pues
entonces nos vas a amargar la fiesta.
- Podemos
poner un fondo entre todos para comer algo; y que cada uno pida lo que
quiera.
- Sale.
¿QUÉ SON LOS FACTORES DE RIESGO?
“Se considera factor de riesgo a la característica
o cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una mayor
probabilidad de daño a la salud. La adolescencia, por ser un período crítico
sometido a constantes cambios en el desarrollo físico, psíquico y social del
adolescente, así como también en el marco familiar
en que éste se desenvuelve, se considera como un período de riesgo en el cual
pueden darse las bases para la aparición de síntomas y enfermedades, así como también
de alteraciones de la personalidad”. (Herrera Santi, 1998)
El docente en su trabajo preventivo con el
adolescente, debe tener como objetivos principales: lograr el desarrollo integral
máximo, contribuir a su correcta educación y detectar precozmente cualquier
trastorno o enfermedad oculta. Por ello es importante que el maestro tenga un
buen manejo sobre los factores pre-disponentes de riesgo que pueden estar presentes
en esta etapa de la vida. Tradicionalmente el concepto de riesgo ha sido
biomédico y se ha relacionado con la mortalidad, lo que no resulta muy útil
para la salud del adolescente, cuyos problemas se generan más bien en el
contexto social y no siempre originan mortalidad. Entonces, el conocimiento
acerca de los factores de riesgo o de la probabilidad de que se presenten
futuros problemas de salud permite anticipar una atención
primaria adecuada y oportuna.
Son conductas de riesgo, las actuaciones repetidas
que pueden desviar el desarrollo psico-social normal, con repercusiones
perjudiciales.
Son situaciones de riesgo, las circunstancias
que pueden poner en riesgo a un grupo social o a toda la comunidad.
Pero no hemos de olvidar el factor vulnerabilidad
que es la susceptibilidad que tienen determinadas personas para ser heridas,
para recibir un daño o perjuicio, para ser más vulnerables que otros frente a
los posibles riesgos bio-psico-sociales.
La “vulnerabilidad” tiene en cuenta que ante un
mismo riesgo no todos los adolescentes presentan iguales trastornos, siendo
distintos factores personales los que intervienen de forma fundamental y
otorgan un cierto grado de vulnerabilidad. Todo esto ocurre dentro de una
dinámica de adaptación de los mecanismos de defensa y de las propias
competencias
desarrolladas por el adolescente.
Es en el Centro Escolar donde los niños y adolescentes
son receptores de aprendizaje programado y controlado. Disponen de un espacio propio
para expresarse entre iguales con la presencia constante de una autoridad moral:
el maestro/profesor. Es el lugar idóneo para enseñar a aprender, para prevenir y
para promocionar la salud.
Utilización del riesgo
El conocimiento y la información sobre los factores
de riesgo tienen diversos objetivos:
- Predicción: La presencia
de un factor de riesgo significa un peligro mayor para la persona de
presentar en un futuro un problema, en comparación con personas no expuestas.
En este sentido, el riesgo sirve como elemento para predecir la futura
presencia de una consecuencia negativa.
b. Causalidad: La presencia de un
factor de riesgo no es necesariamente causal. El aumento de incidencias entre
un grupo expuesto en relación a un grupo no expuesto, se asume como factor de
riesgo.
c. Diagnóstico: La presencia de un
factor de riesgo aumenta la probabilidad de que se presente un problema. Este
conocimiento se utiliza en el proceso diagnóstico ya que las pruebas
diagnósticas tienen un valor predictivo positivo más elevado. El conocimiento
de
los factores de riesgo se utiliza también para
mejorar la eficiencia de los programas preventivos.
d. Prevención: Si un factor de riesgo
se conoce asociado con la presencia de una dificultad, su eliminación reducirá
la probabilidad de su presencia. Este es el objetivo de la prevención primaria.
Análisis de los factores psicosociales de riesgo en
la adolescencia
Consideramos como principales factores de riesgo
psicológicos los siguientes:
- Insatisfacción
de las necesidades psicológicas básicas. Dentro de ellas podemos destacar
la necesidad de autoafirmación, de independencia, de relación íntima
personal y la aceptación por parte del grupo.
- Patrones
inadecuados de educación y crianza:
- Sobreprotección: Se puede manifestar de una manera ansiosa (al crear sentimientos de
culpa en el adolescente) o de una manera autoritaria (al provocar rebeldía
y desobediencia).
- Autoritarismo: Limita la necesidad de independencia del adolescente y mutila el
libre desarrollo de su personalidad, para provocar como respuesta en la mayoría
de los casos, rebeldía y enfrentamientos con la figura autoritaria y
pérdida de la comunicación con los padres.
- Agresión: Tanto física como verbal, menoscaba la integridad del adolescente,
su autoimagen y dificulta en gran medida la comunicación familiar.
- Permisividad: Esta tendencia educativa propicia la adopción de conductas
inadecuadas en los adolescentes por carencia de límites claros.
e. Autoridad dividida: Este tipo de
educación no permite claridad en las normas y reglas de comportamiento, y
provoca la desmoralización de las figuras familiares responsables de su
educación. Ambiente frustrante. Cuando el adolescente
no encuentra adecuadas manifestaciones de afecto, cuando hay censura inmotivada
y frecuente hacia su persona, cuando se reciben constantes amenazas, castigos e
intromisiones en su vida privada y cuando se aprecia un desentendimiento y
alejamiento de las problemáticas que presenta.
Sexualidad mal orientada. Cuando por la presencia
de prejuicios en relación con los temas sexuales, la comunicación en esta
esfera queda restringida y el adolescente busca por otros medios, no siempre
los idóneos, sus propias respuestas e informaciones o en muchos casos mantiene
grandes lagunas que le acarrean grandes problemas por el desconocimiento, la
desinformación y la formación de juicios erróneos en relación con la
sexualidad.
En relación con el riesgo social del adolescente analizaremos
algunos factores sociales y ambientales que pueden conducir a resultados negativos
en los jóvenes. Como principales factores de riesgo social tenemos:
- Inadecuado
ambiente familiar. Cuando la familia es disfuncional,
no cumple sus funciones básicas y no quedan claros las reglas y roles
familiares se dificulta el libre y sano desarrollo de la personalidad del
adolescente. Es necesario que exista un soporte familiar abierto, capaz de
asimilar los cambios requeridos para la individualización del adolescente.
- Pertenencia
a grupos antisociales. Este factor
tiene como causa fundamental la satisfacción de la necesidad de autoafirmación
y la necesidad del seguimiento del código grupal. Por lo general cuando
los adolescentes no encuentran una vía adecuada de autoafirmación tratan
de buscarla en este tipo de grupo donde fácilmente la encuentran, con el
reconocimiento grupal ante la imitación de sus patrones inadecuados.
- La
promiscuidad. Es un factor de riesgo social que no sólo puede
ser motivo de embarazos precoces y enfermedades de transmisión sexual,
sino que también propicia una autovaloración y autoestima negativas que
puede deformar la personalidad del adolescente.
- Abandono
escolar y laboral. Este hecho provoca que el
adolescente se halle desvinculado de la sociedad, y no encuentre la
posibilidad de una autoafirmación positiva, al disminuir las posibilidades
de comprobar sus destrezas para enfrentar los problemas y asumir
responsabilidades, lo cual resquebraja su autoestima, la confianza en sí mismo
y en sus posibilidades de desarrollo social.
5. Bajo
nivel escolar, cultural y económico. Estos son elementos considerados como protectores
del desarrollo y la salud y el hecho de presentar un déficit en ellos le impide
al adolescente un enfrentamiento adecuado a las situaciones de conflicto. De
manera general podemos decir que el manejo de estos factores de riesgo permite
identificar a aquellos adolescentes que están más expuestos a sufrir los daños
que los aquejan, como accidentes, embarazos precoces, abuso de sustancias
psico-activas, enfermedades de transmisión sexual y el suicidio; por lo que dentro
del ámbito escolar se deben propiciar el desarrollo de factores protectores que
apoyen el crecimiento y la maduración sana del adolescente.
¿QUÉ SON LOS FACTORES DE PROTECCIÓN?
Se denominan factores protectores a las
circunstancias, características, condiciones y atributos que facilitan el logro
de la salud integral del adolescente y sus relaciones con la calidad de vida y
el desarrollo de estos como individuos y como grupo. Los factores protectores a veces son la imagen en positivo
de los de riesgo.
Alguno de estos factores puede estar en las
personas mismas como las características, logros o atributos presentes, antes,
durante y después de la adolescencia; otros pueden estar presentes y operar en
el ámbito de la familia; otros aparecen como características del grupo o de las
comunidades y sus organizaciones en los programas de los diversos
sectores de beneficio social.
Es importante mencionar que deben reconocerse los
efectos positivos de estos factores no sólo durante el período de la
adolescencia sino a lo largo de las etapas del ciclo vital y a lo largo de
generaciones.
Así como los factores de riesgo no son el resultado
del azar ni surgen espontáneamente, lo mismo ocurre con los factores
protectores. Ambas clases de factores muchas veces son el resultado de procesos
iniciados tiempo atrás y en ocasiones se han incorporado a los valores
culturales como patrimonio social.
Los factores protectores son susceptibles de
fortalecimiento y también pueden debilitarse y aún desaparecer. En otras
palabras, tienen su historia en el tiempo y en el espacio.
Entre los factores protectores podemos mencionar:
- Una
relación emocional estable por lo menos con un padre u otro adulto
significativo.
- Redes
sociales existentes tanto dentro como fuera de la familia: parientes,
vecinos, profesores, religiosos, pares.
- Clima
educativo abierto, positivo, orientador, con normas y valores claros.
- Modelos
sociales que valoren el enfrentamiento positivo de los problemas,
representados por los padres, hermanos, profesores o amigos;
- Balance
adecuado entre responsabilidades sociales y expectativas de logro (por
ejemplo, en el cuidado de parientes enfermos, de rendimiento escolar);
- Competencias
cognitivas (nivel intelectual promedio, destrezas de comunicación,
empatía, capacidades de planificación realista);
- Características
temperamentales que favorezcan el enfrentamiento efectivo (flexibilidad,
orientación optimista a los problemas, capacidad de reflexionar y
controlar los impulsos, capacidades verbales adecuadas para comunicarse);
- Experiencias
de auto/eficacia, confianza en sí mismo, y autoconcepto positivo;
- Actitud
proactiva frente a situaciones estresantes;
- Experiencia
de sentido y significado de la propia vida (fe, religión, ideología,
coherencia valórica).
La Resiliencia
Se ha prestado progresiva atención a la noción de
factores protectores de la salud del adolescente. Desde éste ángulo de
promoción de la salud es donde surge el concepto de resiliencia como uno
útil para explorar la posibilidad de proteger, en el sentido de inmunizar, de
las conductas de riesgo y de sus consecuencias. La analogía con las
vacunaciones es interesante: lo que se logra al inmunizar no es eliminar la
exposición al agente patógeno, sino obtener una protección que hace improbable
que el factor de riesgo provoque daños. En términos de la situación de nuestros
adolescentes hoy, es difícil esperar que no entren nunca en contacto con situaciones
de riesgo, pero si es dable pensar que tengan destrezas para rechazarlas. El
concepto de resiliencia surgió justamente de la observación de niños
provenientes de ambientes altamente carentes, sea por motivos socio-económicos,
sea por problemas familiares, y que sin embargo presentaban un desarrollo
plenamente satisfactorio.
La Resiliencia se refiere a la capacidad del ser
humano para hacer frente a las dificultades de la vida y, más aún, transformar
factores adversos en un elemento de estímulo y desarrollo. Se trata de la
capacidad de afrontar de modo efectivo eventos adversos, que pueden llegar,
incluso a ser un factor de superación.
La resiliencia aporta una susceptibilidad menor al
estrés y disminuye la potencialidad de verse afectado por eventos negativos,
incluso algunos daños. Se refleja en el hecho que en momentos diferentes de la
vida de las personas muestran mayor capacidad para enfrentar y resistir a factores
que pueden ser destructivos.
Uno de los ejemplos más dramáticos y hermosos de
esta capacidad es el de Ana Frank.
Los cinco ámbitos interrelacionados que permiten
promover la resiliencia son los siguientes: 1) las redes de apoyo social que
acepten incondicionalmente al niño en cuanto a persona, 2) la capacidad para averiguar
el significado de la vida, en estrecha relación con la vida espiritual y la fe
religiosa, 3) las aptitudes y sentimientos de tener algún tipo de control sobre
la propia vida, 4) la autoestima, y 5) el sentido del humor.
Revisemos brevemente cada uno de estos ámbitos:
1. REDES DE APOYO SOCIAL: Tanto dentro como fuera de la familia, el contar
con adultos interesados en el niño o en el joven, es de suma importancia. La
sensación de poder conversar con alguien, es un tema de importancia para toda
persona. Dentro de esto, se ha visto que el ser aceptado incondicionalmente por
alguien, no por sus rendimientos o logros académicos, deportivos, o por su
aspecto o belleza física externos, es muchas veces crucial. Los grupos
informales de amigos ofrecen generalmente a los adolescentes esta experiencia,
lo que explica el poder tanto para bien como para mal que estos grupos tienen
sobre él. La familia que funciona bien proporciona a sus miembros esa sensación
de apoyo y aceptación incondicional. Al revés, cuando la familia no muestra
preocupación por el niño, la carencia
emocional puede llevar a múltiples desarrollos
psicopatológicos en la vida adulta. Nuevamente, queda claro aquí que la red
social más cercana al niño es su familia.
2. SENTIDO O SIGNIFICADO DE LA VIDA. El hombre es un ser que busca significado; desde
los filósofos pre-socráticos la pregunta por el sentido surge una y otra vez, y
preocupa a toda persona en algún momento. Esta pregunta es especialmente
acuciante durante la adolescencia, y uno de los temas que más motiva a los
adolescentes es la búsqueda de trascendencia. Desde ese punto de vista, uno de
los roles más importantes que pueden jugar la familia, la escuela y el mundo
adulto, es proporcionar caminos para responder a preguntas
tales como: ¿Para qué estamos acá? ¿Cuál es el
propósito de la vida? La búsqueda de modelos, orden y belleza es al fin y al
cabo una de las tareas centrales del sujeto a lo largo de la vida. La fe
religiosa es una manera de enfrentar y contestar estas preguntas, así como la
adopción de una actitud científica e inquisitiva. Ambas posiciones, la de la fe
y la de la ciencia, se presentan a veces como contrarias, sin serlo necesariamente:
la iluminación de la ciencia desde la fe es uno de los temas que se hace cada
vez más relevante para muchos jóvenes ennuestros días. En el tema específico de
la resiliencia, la búsqueda de sentido o significado de la vida es uno de los
aspectos demostradamente más importantes para sostener a las personas en momentos
difíciles. Por ello, el que los jóvenes tengan un plan o proyecto de vida es un tema de suma importancia y los maestros y tutores, sobretodo, deben tenerlo como objetivo
dentro de sus planes de tutoría escolar.
3. EL DESARROLLO DE APTITUDES SOCIALES Y DESTREZAS DE RESOLUCIÓN DE
PROBLEMAS. La adquisición de capacidades de desempeño,
no solo laborales, sino interpersonales, es otro de los caminos
importantes para el poder resolver situaciones críticas, estresantes o
problemáticas. Cada cultura tiene distintos modos de enfrentar la
relación entre las personas, y la adecuación del adolescente hacia estas
diversas posibilidades de actuación ha demostrado ser de gran
importancia para poder enfrentar situaciones complejas, sea académicas,
sean sentimentales, sean familiares. El contar con la sensación de que
se puede iniciar el cambio, y que una actitud proactiva es mejor que una
reactiva frente a las diversas situaciones a las que nos enfrentamos, es
uno de los elementos
centrales en las personas resilientes. En pocas palabras, es crucial enfrentar
los problemas con una actitud positiva: “ver los problemas como alternativas
para soluciones creativas”.
La entrega progresiva de responsabilidades a los adolescentes, así como
el que estos reconozcan y acepten normas y valores externos a ellos, son modos
de desarrollar un sentido ético y moral que nuevamente, ayuda a enfrentar mejor
las dificultades que trae la vida consigo.
4. LA AUTO-ESTIMA es una de las áreas que más
interés ha producido en relación a su rol central en muchas conductas de
riesgo. La actitud positiva de los padres, así como los logros sucesivos y
adecuados al desarrollo de cada niño según su edad y capacidades es uno de los elementos
más cruciales en éste respecto. Muchos padres tienen dificultad en evitar una
actitud crítica de tipo destructivo, y una de las áreas en las que más se puede
ayudar, desde las escuelas de padres, es en la práctica de habilidades de
crítica positiva y constructiva.
Principios simples, tales como el rechazar la conducta, pero aceptar al adolescente
como persona, o bien buscar primero las cualidades positivas detrás del hecho,
para luego señalar los problemas, y el mantener un respeto incondicional por la
auto-estima del joven, pueden ayudar mucho a corregir esta tendencia frecuente.
5. EL SENTIDO DEL HUMOR es un elemento
necesario para poder recuperarse de muchos problemas y fracasos. El poder
aceptar estos maduramente, y tomar la suficiente distancia para poder reírse de
las propias dificultades, muestran un camino hacia la sabiduría personal, y a
la posibilidad de tomar una adecuada perspectiva y distancia.
¿CÓMO
ESTIMULAR LOS FACTORES DE PROTECCIÓN Y
COMBATIR
LOS FACTORES DE RIESGO?
LÍDERES POSITIVOS VS. LÍDERES NEGATIVOS
El liderazgo es un intento de influencia interpersonal,
dirigido a través del proceso de comunicación. El liderazgo puede verse desde
distintas posturas, desde como dirigir una empresa, una administración o hasta
un partido político, y por qué no, para dirigir masas.
No sólo el liderazgo se presenta en estos casos, un
líder existe desde su casa hasta la comunidad escolar, desde su trabajo hasta
su círculo social.
Los líderes, serán capaces de mover y dirigir masas
pero no pueden ser líderes sin ellas. La casa y la escuela primaria son partes
fundamentales que influyen en la formación de buenos líderes. Sin embargo, en
la educación escolar es donde se deben enfatizar los valores y actitudes que no
han sido vivenciadas en el hogar, puesto que en un gran número de familias
sufren crisis existenciales que perjudican la convivencia y comunicación
familiar.
Cuando un niño es líder, destaca siempre por las
cosas que hace, ya sea por su comportamiento, por su desempeño en el aula o por
la forma en cómo se comunica y se desenvuelve en su medio. La formación de
líderes no es algo que se da como una simple clase, se trata del fomento de valores
y actitudes que encaminen hacia un liderazgo positivo, que no sea visto como
algo que favorece a quien lo posee, sino que también beneficie
a aquellos que aún no lo han desarrollado.
Para que el liderazgo sea positivo es necesario la
ayuda de otros, trabajar juntos buscando el beneficio común y no el de uno
solo. Las características de un buen líder deben ser la alegría, el optimismo,
la animosidad y la actitud positiva, que en conjunto conlleven a vivir
armoniosamente.
El trabajo cooperativo fomenta la unión y el
desarrollo de valores dentro del salón de clases, que permite de manera
armoniosa trabajar en el aula, y finalmente servirse de los niños líderes para
ser modelos a seguir. Si existe mayor participación en el trabajo se hace con
más energía y su eficacia es mayor.
Cuando en el aula el niño líder es bien encaminado,
éste automáticamente busca el bien para los demás, porque sabe que el bien de
los demás también es su bienestar. Para que esto se logre es necesario realizar
lo siguiente:
- Analizar las principales actitudes que
benefician y/o perjudican al trabajo en un grupo.
- Investigar estrategias que favorezcan la
formación de líderes en grupo.
- Revalorar las principales actividades
didácticas escolares que apoyan los tipos de liderazgo en el aula.
- Indagar el proceso de formación que los
alumnos han recibido a lo largo de su educación primaria.
- Evaluar el comportamiento y la socialización
de los alumnos durante las diferentes actividades que realizan en el aula
y/o en el medio del que provienen.
Los niños en la escuela primaria tienen que
aprender a leer y escribir, pero también es necesario aprender a vivir con
respeto, responsabilidad, esfuerzo, tolerancia, honestidad, laboriosidad,
libertad, diálogo y solidaridad para ser felices.
Es fundamental reconocer a la cooperación como el
punto de partida para la convivencia con los demás, con ella se logran
aprendizajes en la escuela, y también para la vida. Cooperar es luchar por un
bien común; quien trabaja en conjunto podrá alcanzar sin dudar la victoria.
Los valores no se enseñan en una clase, sino que se
viven día con día en la escuela, el hogar y la sociedad, la adquisición de
ellos es un proceso largo que necesita seres humanos auténticos que se
esfuercen por modificar conductas para tener una mejor calidad de vida. La
participación de los dos factores primordiales para la vida del niño: casa y
escuela son fundamentales para el desarrollo armónico de los educandos. Los
valores generan buenas actitudes.
La educación permite a los niños llenarse de experiencias
que les marcan la vida. Es necesario desde la niñez fomentar los buenos
ciudadanos, que aprendan a vivir experiencias reales.
El contexto de la casa es un factor que indispensablemente
repercute en la conducta del niño, depende de la forma de vida que el niño
lleve en el hogar para conocer los problemas que están afectándole, por eso es necesaria
la vinculación con la escuela, si el trabajo no es en conjunto, entonces no
está completo.
El líder es líder por naturaleza, dirigir y conducir
a otros es parte de su trabajo, convivir y relacionarse con los demás es su
complemento, buscar ayudar a quienes solicitan apoyo, es sólo una parte del
gran trabajo que desempeñarán a lo largo de su vida, el cual debe aprender
desde la infancia.
Educando líderes
Sabemos que conforme vamos creciendo vamos formando
nuestra propia personalidad gracias a las vivencias y aprendizaje que vamos adquiriendo;
para ello debemos recordar que el aprendizaje significativo es de gran importancia
para estos aspectos ya que con éste se asimilan las vivencias, conceptos y
conocimientos siempre implicando con ello un sentido
afectivo, siendo la infancia la etapa de desarrollo
más significativa para los seres humanos.
Si bien es cierto que es de suma importancia contar
con líderes, también es cierto que no todos lo pueden ser, puesto que para que
alguien sea líder debe de contar con seguidores.
En la escuela ya se comienzan a identificar líderes
potenciales, niños que ya sobresalen del grupo y que además pueden y tienen
cierto tipo de influencia sobre sus demás compañeros y que incluso, tal vez
tengan una influencia mayor que la del líder formal que en este caso es el
profesor.
Estos “niños líderes” deben de ser encauzados
positivamente por sus padres y maestros, ya que cuentan con un gran potencial
que si se desarrolla de manera adecuada, se podrán arrojar resultados sumamente
favorables tanto para sus familias como la sociedad en sí, porque serán personas
maduras capaces de lograr los objetivos que se planteen.
Pero todo ello dependerá del liderazgo y ejemplo
que utilicen los padres y/o profesores y es que dependiendo del estilo de
dirección con los que sean dirigidos será el resultado que se espere obtener.
Como ejemplo; si a un niño no se le permite un desarrollo integral, lo único
que se obtendrá es un “niño de su mamá” o una “niña de su papá” y aún cuando
ellos crezcan y cronológicamente sean adultos dependerán de sus padres para tomar
decisiones; situación nada favorable para ellos mismos. En este caso no se
daría un aprendizaje significativo sino que por el contrario, se bloquea y
obstaculiza al niño evitando la obtención de la madurez necesaria para su
desarrollo como persona y ser humano.
El nivel de los estudiantes (voluntad y capacidad
para dirigir su propio aprendizaje y lograr sus propios incentivos) se ha
ido desarrollando mediante un desplazamiento sistemático en el estilo de
la enseñanza, es decir, que ha llevado un proceso por el cual el
individuo o estudiante va encontrando un sentido a los conceptos y
conocimientos adquiridos en donde el maestro apoya al estudiante pero le
da la libertad de expresar sus propios juicios para que con ello vaya
formando su propio criterio, permitiendo lograr la individualización de
la enseñanza y la libertad máxima del estudiante.
Para que este proceso se desarrolle de la mejor
manera se deben de contar con el apoyo y respaldo de una educación similar en
casa y con ello el individuo no sólo aplicará esto en la escuela sino en su
vida diaria. Lo que se pretende es que los estudiantes inicien su propia
estructura de aprendizaje y el maestro participe únicamente a solicitud del
alumno.
Para el estudiante inmaduro que carece de la
motivación y la capacidad necesaria para dirigir su propio programa de trabajo
este estilo implica un comportamiento de relación y tarea, pero sabemos que
esto puede llegar a ser contraproducente si lo que buscamos es obtener un
aprendizaje significativo, ya que puede fomentar la inmadurez y se corre el
riesgo de que el estudiante conciba esto como un comportamiento permisivo.
Es aquí en donde los profesores deben de aplicar un
liderazgo positivo también conocido como liderazgo situacional que no es otra
cosa que el ser empáticos con los alumnos para poder encontrar la forma de motivarlos
para aprender.
Como podemos ver, todo lo anterior es un aspecto
muy sensible y delicado dentro del ámbito de la educación pero es de vital
importancia que se aplique en el educando ya que gracias a esta forma de
aprendizaje podremos obtener y desarrollar lideres positivos para las familias,
sociedades, organizaciones y todos aquellos aspectos que formen parte de una
nación. Serán íntegros, cabales, responsables, capaces, predictibles, en una
palabra serán seres maduros que promuevan familias, organizaciones y naciones
maduras que harán del mundo un lugar mejor para vivir y desarrollarse.
Líderes negativos
Los líderes pueden ser positivos o negativos, estos
últimos suelen utilizar su poder y estatus de forma antisocial. Un líder
negativo busca satisfacer sus necesidades, sus propios beneficios materiales o
procesos grupales, y no reconoce las necesidades ni derechos de quienes
resultan afectados por su comportamiento.
En los diferentes espacios donde actúan adolescentes
y jóvenes, como la escuela, existen los líderes negativos. Una persona negativa
es capaz de influenciar e impulsar a conductas inmaduras, antisociales o de
alto riesgo social, tales como consumo de drogas, desafío a la autoridad,
violencia, pandillaje, robo, sexo a edad temprana, etc. Desafortunadamente en
muchas ocasiones los líderes negativos son
percibidos como solidarios, buenos amigos o preocupados por los demás, ya que
suele tener desarrolladas sus habilidades sociales, con lo que manipula al
grupo.
Si una escuela reconoce las cualidades de liderazgo
positivo y negativo de sus alumnos y además ofrece espacios para que todos
ellos puedan experimentar el éxito, y sus acciones positivas sean reconocidas,
ya sea en actividades deportivas, artísticas y otras actividades académicas regulares
y extracurriculares, habrán muchas posibilidades de conseguir resultados
favorables para los alumnos implicados, sus compañeros y la escuela en general.
Cómo se forma un líder
- Desarrollando
sus virtudes y capacidades.
- Tomando
los líderes negativos (de mucha personalidad, pero mal desarrollada) para
transformarlos en líderes positivos (para beneficio de ambas partes).
Características que ayudan a desarrollar la
capacidad de liderazgo
A continuación algunas características que siendo
practicadas ayudan a desarrollar la capacidad de liderazgo:
Fidelidad
La fidelidad es la integridad en acción, es el boleto
de entrada al liderazgo. Sólo quienes son honestos y viven con la verdad son
respetados y pueden conseguir seguidores que permiten conseguir los objetivos
trazados.
Jugar Limpio
La limpieza se refiere a la imparcialidad, la
objetividad y la ecuanimidad. Los líderes son equitativos, no tiene preferidos,
tratan a todos de la misma manera y trabajan sin apasionamientos. La limpieza y
la fidelidad van de la mano y si se logran incorporar en la escuela muy
seguramente traerán grandes beneficios.
Sensibilidad a las personas y a las situaciones
Siempre es mejor persuadir que ordenar. Quien
desarrolla intuición, sensibilidad, gentileza, comprensión y consideración por
los demás, tiene mayores posibilidades de encontrar seguidores que quien los
busca a través de la rigidez y la imposición. Los líderes deben ser analíticos
con los datos y los hechos, pero sensibles con las personas.
Modestia
La arrogancia la altivez y el egoísmo son veneno
para el liderazgo. Losbuenos líderes no son pretenciosos, comparten el crédito
y los beneficios y se guardan para sí la responsabilidad de los fallos. El
líder comparte con todos y prefiere la informalidad.
Servir
Siempre estar dispuesto a ayudar y servir de guía,
orientando al grupo a conseguir metas y salvar obstáculos.
Escuchar
Los líderes positivos siempre tienen tiempo para
escuchar porque saben que la información es útil, no importa de dónde o de quien
provenga, nunca se sabe la importancia de lo que están por decirle. Escuchar
motiva a los compañeros, pero no se trata de oír, se trata de prestar atención
y de comprender. Quien tiene capacidad de liderazgo se convierte en un adicto a
escuchar. Los líderes su autoconfianza y seguridad en sí mismos, generando espacios
para el cuestionamiento y las sugerencias. La mente abierta genera mejores
relaciones y permite observar más adecuadamente el entorno.
Buen juicio
El buen juicio es la habilidad para analizar y
combinar la información más la capacidad de sacar conclusiones de ella. Esta
característica tiene que ver con lo que los expertos llaman "pensamiento
estratégico", es la capacidad para fijar objetivos, prioridades y
estrategias de una manera racional.
Proactividad
La iniciativa es una de las mayores características
de los líderes. Y es qué: ¿cómo ser líder sino se tienen iniciativas para que
otros las sigan? El líder está atento a las oportunidades y emprende proyectos
con facilidad sin temor al error.
Adaptabilidad
Es la capacidad para acoger los cambios de buena
manera y la facultad para impulsarlos.
Motivación
Es la capacidad de mover a los demás a la acción,
es comunicar persuasivamente y fortalecer la confianza de los seguidores. Esto
se logra con ejemplo y actitud, siempre mirando adelante con la visión fija en
los objetivos trazados.
Toma de decisiones
El líder afronta los problemas no los rodea, ve las
oportunidades y se lanza a aprovecharlas. Quien es líder tiene la capacidad de
digerir la información y transformarla en decisión.
Sentido de urgencia
Hace que las cosas pasen, no espera a que las
circunstancias lo lleven a la acción, está un paso adelante, trabaja rápido
pero con cuidado.
Visión
El líder se caracteriza por su visión a largo
plazo, por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y
detectar oportunidades mucho antes que los demás. El líder no se contenta con
lo que hay, es una persona inconformista, creativa, que le gusta ir por
delante.
Acción
El líder no sólo fija unos objetivos exigentes sino
que lucha denodadamente por alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia,
lo que en última instancia constituye la clave de su éxito. El líder no se contenta
con soñar, el líder quiere resultados.
Brillantez
El líder sobresale sobre el resto del equipo, bien
por su inteligencia, bien por su espíritu combativo, bien por la claridad de
sus planteamientos, etc., o probablemente por una combinación de todo lo
anterior.
Coraje
El líder no se amilana ante las dificultades; las
metas que propone son difíciles (aunque no imposibles), hay que salvar muchos
obstáculos, hay que convencer a mucha gente, pero el líder no se desalienta,
está tan convencido de la importancia de las mismas que luchará por ellas, superando
aquellos obstáculos que vayan surgiendo. El líder defiende con determinación
sus convicciones.
Entusiasmo
El líder consigue entusiasmar a su equipo; ellos
perciben que las metas que persigue el líder son positivas para todos. El
futuro que ofrece el líder es tan sugerente que merece la pena luchar por ello.
Esta es una de las características fundamentales del líder, el saber contagiar
su entusiasmo, el conseguir que el equipo le siga, que comparta sus objetivos.
Sin un equipo que le siga, una persona con las demás características sería un
lobo solitario pero nunca un líder (el liderazgo va siempre unido a un equipo).
Convicción
Ser persuasivo; saber presentar los argumentos de
forma que se consigue ganar el apoyo del resto.
Negociación
El líder debe ser muy hábil negociando. La lucha
por sus objetivos le exige negociar continuamente.
Capacidad de mando
El líder debe basar su liderazgo en el arte de la
convicción, pero también tiene que ser capaz de utilizar su autoridad cuando
sea necesario.
Exigencia
Deber ser exigente con el resto, pero también, y
muy especialmente, consigo mismo. La lucha por unas metas difíciles requiere un
nivel de excelencia que tan sólo se consigue con un alto nivel de exigencia. Si
el líder fuera exigente con sus empleados pero no consigo mismo no sería un
líder, sería un déspota que pondría a todos en su contra.
Carisma
Si además de las características anteriores, el
líder es una persona carismática, nos encontraríamos ante un líder completo. El
carisma es una habilidad natural para seducir y atraer a las personas, es
auténtico magnetismo personal. El carisma permite ganarse al equipo, que se
siente atraído por su líder. No obstante, hay que señalar que es perfectamente
posible un líder sin carisma.
Honestidad
Unos elevados valores éticos son fundamentales para
que el liderazgo se mantenga en el tiempo y no se trate de un simple
"bluff" pasajero. El equipo tiene que tener confianza plena en su
líder, tiene que estar absolutamente convencido que el líder va a actuar
honestamente.
Cumplimiento
Ser una persona de palabra: lo que se promete se
debe cumplir. Es la única forma de que el equipo tenga una confianza ciega en
él.
Coherencia
Se debe vivir aquello que predica. Predicar
principalmente con el ejemplo: no se puede exigir algo que la persona no
cumple. Además, el mensaje del líder debe ser coherente en el tiempo. No puede
pensar hoy de una manera y mañana de otra radicalmente distinta, aunque esto no
implica que no pueda ir evolucionando en sus planteamientos.
Asertividad
Ser asertivo es la capacidad o habilidad de afirmar
con toda claridad aquello de lo cual se tiene certeza, de expresar los propios
sentimientos y opiniones, con firmeza y elegancia. Es expresar con convicción
ideas y opiniones y poder defenderlas, es decir, la persona asertiva es capaz
de mantener sus propias convicciones aunque no sean las del grupo ni las de la
mayoría. Asertividad es saber decir la verdad sobre sí mismo y sobre los demás,
sin herir sentimientos.
A veces se cree que asertividad y habilidades
sociales son términos sinónimos, pero esto no es así. La asertividad podría
considerarse como una parte de las habilidades sociales, aquella que nos
permite defender nuestros derechos sin agredir ni ser agredido.
La asertividad no está reñida con la buena educación,
al contrario, es una actitud que se aprende en la familia y en la escuela.
Conductas como: mirar a los ojos, enfrentar los conflictos, poseer sentido de
autocrítica, aclarar dudas o creer en la posibilidad de cambio de las personas
son solo algunas de ellas. Es indispensable en nuestra sociedad desarrollar y
cultivar esta competencia sobre todo porque no es poco frecuente escuchar entre
las personas: las clásicas expresiones ambiguas, las medias tintas, o aquellos discursos
carentes de afirmaciones precisas. Los niños y jóvenes deben aprender a
desarrollar esta competencia la cual reúne una serie de conductas y
pensamientos que nos hacen desenvolverlos mejor en sociedad.
BUEN USO DEL TIEMPO LIBRE
Cuando hablamos de "tiempo libre" nos
referimos al periodo de tiempo que le queda al individuo después de llevar a
cabo sus obligaciones diarias ya sean laborales, educativas, sociales o
familiares; aunque existen una diversidad de actividades que se realizan en
este tiempo y no son actividades de ocio, como por ejemplo: satisfacción de
necesidades
biológicas, obligaciones familiares, etc. Por otro
lado, hay una parte de nuestro tiempo libre que lo dedicamos a actividades
autoimpuestas, que no forman parte de nuestras obligaciones, sino que son
actividades que nosotros hemos decidido hacer (tareas religiosas, voluntariado
social, etc). Este tipo de actividades que realizamos dentro de nuestro tiempo libre,
como veremos a continuación, no forman parte de las actividades de ocio.
Tiempo libre
- NO
OCIO: Actividades que realizamos dentro de nuestro tiempo libre pero que
no forman parte de las actividades de ocio.
- OCIO:
actividades de ocio
El tiempo "verdaderamente libre" está constituido
por aquellos momentos de nuestras vidas en las que después de satisfacer
nuestras obligaciones, nos disponemos a realizar una actividad que más o menos
podemos llegar a escoger (Camerino 2000). El "ocio" es una forma de
utilizar el tiempo libre. Es la subjetivación del tiempo libre. Lo importante
no es la actividad que realicemos en ese periodo, sino que la hayamos elegido
libremente, por nosotros mismos y sin un fin concreto. Su desarrollo debe
resultarnos satisfactorio y placentero. Por ello, el ocio se concibe como una "desconexión",
como un tiempo vacío y pobre en actividades enriquecedoras. La condición del
ocio no es disponer de tiempo no
ocupado, sino no tener la necesidad de estar
ocupado. Es decir, Ociosidad: no consiste en no hacer nada, sino en hacer
muchas cosas que no están aceptadas por la sociedad en que vivimos. Ocio: es el
grupo de actividades a las que una persona se dedica voluntariamente cuando se ha
liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.
Hablamos de ocio cuando el individuo durante su
tiempo libre decide y gestiona libremente sus actividades, obtiene placer y satisface
necesidades personales, tales como descansar, divertirse o desarrollarse.
Recreación
Con respecto a la recreación, entendemos que es el
desenvolvimiento placentero y espontáneo del hombre en su tiempo libre con
tendencia a satisfacer motivaciones psicosociales de descanso, entretenimiento,
socialización, aventura, etc. Es decir, es la disposición particular, positiva y
favorable de cambio, mejora y progreso, que se expresa en el tiempo libre
mediante actividades recreativas. Éstas se pueden diferenciar según
el nivel de implicancia:
- Recreación
espontánea: acentúa la evasión y el divertimento fuera del tiempo laboral.
- Recreación
dirigida: implica la regeneración de nuestras capacidades humanas,
mediante la implicación lúdica en actividades grupales orientadas por un
animador.
Educar para el tiempo libre
Tanto el tiempo escolar como el tiempo familiar,
tienen en común la presencia de unos adultos educadores con nombres y apellidos
al servicio intencional de la educación integral del niño, con los que
establece una relación consciente: están, los ve, los toca, los quiere, se
pelea, vive con ellos, etc.
Tanto la familia como la escuela son dos instituciones
que desarrollan un papel y unas funciones concretas y socialmente reconocidas.
Por el contrario, socialmente no se identifica el tiempo libre como una
actividad específica de ninguna institución, lo que no quiere decir como ya
hemos, que se trate de un tiempo "vacío", libre de intervenciones e
influencias.
En el tiempo libre actúan muchos educadores de
todas la maneras posibles, intencionales o no, con complicidad o no con la
escuela y la familia, con desigual conciencia por parte del niño o joven, como
podemos ser por ejemplo, los vecinos de la calle, la televisión, otros chicos y
chicas del barrio, los libros y cuentos que leen, la televisión, la publicidad,
la organización de los espacios de la propia ciudad, etc.
Situaremos ahora de una forma más precisa, la
presencia de los agentes educadores más importantes: la familia y la escuela.
La familia
La familia es el primer ámbito de socialización del
niño. Es el punto de referencia principal, el factor determinante en los
primeros años de la infancia, que mantendrá una gran influencia, incluso cuando
se tiña de rechazo adolescente, para el resto de la vida.
Vemos en palabras de Núria Pérez de Lara "...
cuando menos en tres aspectos fundamentales de la vida cotidiana: la domesticidad,
la sexoafectividad y las actitudes y los valores frente al dinero y al trabajo,
la familia, sencillamente educa, y lo hace tanto si los padres y las madres dedican
mucho tiempo a sus hijos como si no lo hacen, tanto si hablan y
se comunican explícitamente sobre estas cuestiones,
como si no, porque la familia educa a través de la vida cotidiana, de la
intimidad, de los afectos, en una palabra, de la vida."
La familia es el primer gran agente educador y, por
lo tanto, el primer punto de referencia que tiene el niño cuando construye sus
relaciones afectivas con los demás. Si el ambiente familiar ha estado
impregnado de afecto, de apertura, de tolerancia, de buen humor... es muy
posible que estos parámetros se mantengan en las relaciones de amistad en la escuela,
en la calle, en la vida ciudadana en su conjunto.
Sin embargo, la familia ha cambiado mucho en
nuestro país. Destacaríamos algunos cambios que nos interesa señalar en
relación a la temática que nos ocupa:
- La
dimensión y la diversidad de las familias. Ya no podemos hablar de
familias numerosas ni de núcleos familiares extensos viviendo en un mismo
entorno, ni de que los hijos abandonen pronto el hogar familiar para
instalarse por su cuenta. Tampoco podemos hablar de un único modelo de
familia, existen muchos modelos diferentes: familias monoparentales, familias
dobles de padres y madres, separadas con nuevas parejas...
- La incorporación
de la mujer al mundo laboral. La incorporación progresiva e irreversible
de la mujer al mundo laboral ha hecho tambalear la estructura patriarcal
inherente a la familia tradicional.
En las
familias en que la mujer trabaja también fuera de casa, o bien existe una
distribución alternativa de las responsabilidades domésticas (que rompe, en el mejor
de los casos, los papeles tradicionales de hombres y mujeres) o bien la mujer
se ve sometida a una doble y agotadora jornada y acaba más vulnerable que nunca
en estrés físico y psíquico. No estando dispuesta a ser el paraguas incombustible
permanentemente abierto: la enfermera, la cocinera, la asistente, la geriatra,
la administradora...
- La
calidad de vida y los niveles de consumo. Los años de estabilidad y de
relativo bienestar han aportado un aumento en el nivel de calidad de vida
y de consumo, acompañado de una mejora en el nivel cultural, en los
hábitos de higiene, en las pautas de alimentación... La familia ha
conseguido en estos años seguridad y ha resuelto aspectos básicos: la
escolarización gratuita de los hijos, la atención sanitaria, las
prestaciones sociales diversas, las pensiones, etc.
Asimismo,
las expectativas de confort y de servicio del Estado (de la administración
pública en general) respecto a las personas han aumentado.
El
bienestar también se ha puesto de manifiesto en el aumento del poder
adquisitivo o el deseo de hacerlo. Además, el desarrollo de la sociedad de
consumo ha transformado a las personas de todas las edades en consumidores
exigentes. Como la comodidad crea hábito es difícil, a pesar de la recesión
económica, volver a pautas de austeridad y moderación en el gasto: videos,
ordenadores, consolas, bicicletas (todo terreno), más de un aparato de
televisión, toda clase de electrodomésticos, coches, ropa de moda cada
temporada. La familia ha pasado a ser una unidad de consumo importante.
- Las
relaciones de madres y padres con los hijos e hijas. Las relaciones
personales entre padres e hijos ha experimentado también un cambio importante.
De entrada, el autoritarismo ha dejado paso a una relación
comparativamente mucho más tolerante
y
acogedora.
- Asimismo,
este cambio también ha producido desorientación en la educación de los
hijos e hijas en muchos padres y madres. Habiendo rechazado el
autoritarismo, tampoco han acabado de encontrar el camino para educar la
responsabilidad, el esfuerzo y el autocontrol de los niños. Los padres a
menudo se encuentran desbordados por unos hijos que lo han tenido todo
desde pequeños.
- Además
hay que tener en cuenta que la prolongación de la adolescencia y la
juventud ha significado la imposibilidad de muchos jóvenes de instalarse
por su propia cuenta y ser independientes económicamente, flexibilidad por
consiguiente, en la relación de convivencia.
La escuela
La escuela es el segundo gran agente educador. Los
niños, niñas y jóvenes pasan un una buena parte del tiempo de su vida en la
escuela. Se espera que ésta sea un ámbito privilegiado de socialización y de preparación
para la vida adulta.
La escuela ha de enseñar a vivir, ha de enseñar a
aprender. La escuela es el espacio educativo por excelencia de los grandes
aprendizajes relativos a los conocimientos, a las capacidades intelectuales y a
las habilidades psicomotoras. Para garantizar la igualdad de oportunidades, la
escuela ha de basarse en unos contenidos obligatorios. Asimismo, para adaptarse
a los retos de la sociedad contemporánea, la educación no puede limitarse
solamente a esto.
Sin embargo la escuela no lo puede hacer todo y actualmente
se siente presionada a actuar en muchas áreas educativas diferentes de los contenidos
escolares tradicionales: educación por la paz, educación para el consumo,
educación viaria, educación sexual, educación de los valores.
Hemos de ser conscientes que, ni por disponer del
tiempo necesario ni por ser aquello que legalmente se pide a la escuela, puede
hacerlo todo ella sola.
Hasta ahora, la palabra educación era prácticamente
concebida como sinónimo de escuela. La escuela era el paradigma de la educación.
Hoy por hoy, este reduccionismo es imposible y no funciona. Al tener que afrontar
el reto de dar respuestas a todas las necesidades educativas, la escuela busca
agentes educadores co-responsables, busca llenar de contenido el concepto de
ciudad educadora, en el que se complementan y coordinan las acciones educadoras
de diversos agentes.
Si la familia necesita que la escuela funcione -por
razones educativas, de tiempo posible de dedicación a los niños, etc.-, la
escuela también necesita de interlocutores sociales concretos en el ámbito del
tiempo libre de los niños y jóvenes.
DEPORTE COMO FACTOR DE PROTECCIÓN POR EXCELENCIA
Tradicionalmente el deporte ha sido considerado un
medio adecuado en la formación y desarrollo de valores personales y sociales,
afán de superación, integración, respeto a la persona, tolerancia, seguimiento
y respeto de reglas, perseverancia, trabajo en equipo, superación de los límites,
autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad, lealtad, etc. “Son
cualidades deseables por todos y que se pueden conseguir a través del deporte y
de la orientación que los profesores, entrenadores y familia le den, siempre
con el apoyo de todos los agentes implicados en él, de forma que estos valores
se desarrollen y perduren en la persona y le ayuden a un completo desarrollo
físico, intelectual y social y por añadidura
a una mejor integración en la sociedad en que
vivimos” (G. Ruiz y D. Cabrera, 2004).
El deporte tiene entre sus objetivos primordiales
el de ser un factor de protección en el desarrollo de habilidades donde el
adolescente valore la disciplina, el trabajo en equipo, el adecuado uso de su
tiempo libre y la necesidad de mantener una cuerpo sano, bien alimentado y
libre de vicios, de tal manera, que se conserve así, una mente íntegra que de
forma proactiva favorezca su logro académico.
El eje central es que, a través del deporte los
jóvenes creen su propio espacio de identidad para que con su energía puedan
llevar un proyecto propio adelante.
El hábito del deporte es, para quien lo practica,
una actividad que mejora la estima y educa disciplinariamente, pone límites, y
mejora la voluntad. La práctica de deportes es un factor de protección en
relación con las conductas de riesgo, en tanto involucra el hacer un buen uso
del tiempo libre.
Es importante entonces que veamos al deporte como:
- Herramienta
eficaz de cambio social de alto impacto.
- Favorecedor
de la construcción de la identidad de los participantes.
- Un
factor que disminuye la exposición a factores de riesgo.
- Promotor
en la incorporación de valores y reglas del juego de manera lúdica,
incluyendo:
a. el
respeto por el juego limpio
b. el
cumplimiento de horarios
c. el
cuidado del cuerpo
d. la
higiene personal
e. el
respeto por los profesores, árbitros y pares
f. el
cuidado de los materiales y el campo deportivo
Asimismo, diferenciemos el deporte de alta
competencia, donde los atletas tienen una gran presión por el nivel de profesionalismo,
con el deporte amateur donde los jóvenes se vinculan para divertirse.
La práctica del deporte amateur favorece que los
niños y jóvenes se vinculen para divertirse. Es una actividad que mejora la
estima, educa disciplinariamente, impone límites y mejora la actitud general
frente a la vida.
A través del deporte, es posible contribuir a la
construcción de la identidad de los jóvenes.
Además, la práctica deportiva tiene potencial para neutralizar
parcialmente los atractivos de la cultura posmoderna signada por el individualismo
y el consumo.
Elementos básicos en el deporte
Estos son el juego, el ejercicio físico y la
competición.
A) EL JUEGO
El juego es o debe ser una
pieza fundamental en el desarrollo humano, es el mecanismo por el cual el niño
realiza sus aprendizajes, es la forma por la que el niño estructura su tiempo,
su espacio, en definitiva, el juego hace que el niño module su yo, inicie sus
primeras relaciones sociales. Es sabido cómo las últimas corrientes psicopedagógicas
recomiendan que las primeras etapas educativas en el niño sean fundamentales y
hasta exclusivamente lúdicas, como una forma más amable y asequible de introducir
en el niño sus primeros aprendizajes.
B)
EL EJERCICIO FÍSICO
Mucho se ha discutido y hablado
de los beneficios que ocasiona la realización de ejercicios físicos, son
también las primeras etapas de nuestra vida las idóneas para iniciar la actividad
física, como vehículo para favorecer un mejor desarrollo psicomotor,
imprescindible éste para poder acceder a otros aprendizajes posteriores. El
ejercicio físico no sólo aporta ventajas a nuestro cuerpo, también las aporta a
nuestro psiquismo. Está comprobado que mediante la actividad física por ejemplo
mejora el desarrollo psicomotor de bebés abandonados, se mejoran complejos de
inferioridad, etc.
C)
LA COMPETICIÓN
Quizá sea éste el apartado más
polémico, ya que si bien el hecho de competir contra otros o contra uno mismo
favorece la mejora de la integración social o de la autoestima, no es menos
cierto que la competición por el hecho de tener que ganar o superar unos
determinados niveles puede llevar a muchas personas, frustración, baja autoestima,
o ansiedad.
Últimamente, se están
realizando muchos estudios sobre la ansiedad precompetitiva, comprobándose
cómo, en personas predispuestas esta ansiedad hace que se presenten cuadros
claramente psicopatológicos y esto es muy frecuente observarlo en niños y
adolescentes que tienen que soportar una gran presión psicológica por la
responsabilidad de ganar tal o cual partido, responsabilidad que les es
depositada por sus propios padres, su club, o su colegio, perdiendo entonces
todas las propiedades pedagógicas que la actividad deportiva tiene en sí misma,
convirtiéndose muchas veces en un infierno una actividad deportiva que debería
ser un juego.
Como educadores es importante
transmitir a nuestros alumnos que practicar ejercicio de forma regular y programada,
permite a las personas aprender que su cuerpo, su mente y sus valores son lo
más valioso que tienen y debe ser cuidado y modelado, trabajando y haciendo
ejercicio físico, para hacer de su cuerpo mente y valores, instrumentos óptimos
de lo que se propongan. Pensamos que la práctica del deporte es un instrumento
extraordinario para el desarrollo integral de los individuos. Los jóvenes y los
niños deben aprender a reconocer el valor del esfuerzo y del logro, aprender a
trabajar en equipo y deben ser cada vez más competentes y competitivos en todas
las actividades que realicen y desempeñen. Esto es una tarea indiscutible del
maestro formador ya que con ello posibilitarán el incremento de los niveles de
bienestar social y contribuirá a la integración familiar.
Estamos convencidos de los
grandes beneficios que tiene el deporte para un mejor desarrollo del ser humano
pero como profesores no debemos olvidar que el deporte es, sobre todo, una
actividad lúdica y formativa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)